El nuevo
testamento en varios lugares describe dones o “carismas” dadas al cristiano por
el Espíritu Santo. Describe dones de administración, compasión, lenguas,
sanación, liderazgo y otros. Todas son necesarias para que el cuerpo de Cristo
funcione de una manera sana y madura. El propósito de todos estos dones son
para la “edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:12). El libro de 1
Corintios describe la situación de desequilibro y caos que resulta cuando los
dones del Espíritu se convierten en un fin en sí y un motivo de orgullo, como
se ha visto también hoy en día en algunas iglesias pentecostales extremas.
Efesios 4 habla
de lo que se han llamado los cinco dones de liderazgo. Estos son cinco dones
esenciales para la expansión misionera y madurez de la iglesia. Todo líder
tiene por lo menos uno de ellos. Son como cinco piezas principales de un rompecabezas
que juntos forman un increíble diseño. Para que una congregación crezca y se
multiplique es necesario reconocer y soltar estos cinco dones.
Es importante
recordar que estos son dones; no son
títulos o cargos profesionales. Es
posible, por ejemplo, tener a alguien con el puesto de pastor/sacerdote que no
tiene el don de pastor. Esto, obviamente crea una situación no deseable, pero
tristemente muy común. Similarmente, en esa misma congregación puede existir un
miembro laico que tiene el don de pastor o de maestro pero no se le ha dado el
permiso o reconocimiento para ensenar o pastorear.
Pastor.
El que tiene el don de pastor se preocupa principalmente por el cuidado de las
ovejas. Siempre se le puede reconocer al que tiene el don de pastor porque es
la persona (hombre o mujer) a la cual todos acuden cuando tienen problemas y
necesitan un consuelo o consejo. Los pastores son muy compasivos y cariñosos.
a.
Ejemplos:
San Juan (véase 1 de Juan), Pastor Rick
Warren (Iglesia Saddleback, CA).
2 Profeta.
La persona que tiene el don de profeta puede fácilmente discernir entre lo
falso y lo correcto. Son como un radar para hipocresía y falsedad. Cuando ven falsedad o pecado, se les es muy
difícil no señalarlo. En la Biblia, especialmente el Antiguo Testamento, los
profetas tenían el cargo de ser mensajeros de Dios al pueblo de Israel cuando
ellos habían abandonado a la ley que se les había dado. A nadie le gusta que le
apunten el dedo y que se les señale su pecado. Los profetas son como una dosis
de climaterapia: esencial para quitar el cáncer, pero a le vez muy potente. Por
eso a los profetas casi siempre se les mata. Los profetas también siempre se
preocupan por la necesidad de los pobres.
a.
Ejemplos:
Oscar Romero, Mártir y Obispo Católico Romano en El Salvador; Profetas
bíblicos: Ezequiel, Isaías, Jeremías, Martin Lutero (Reformador Protestante),
Martin Luther King Jr. y Rosa Parks (Peleo para los Derechos Civiles de
Afro-Americanos en USA), Madre Teresa de Calcuta, Gustavo Gutierrez (Teólogo de
la teología de la liberación) .
3 Maestro.
El maestro se apasiona por enseñar la palabra de Dios. El fruto de su trabajo
es que el pueblo de Dios es alimentado y crece como un bebé bien alimentado. Su
deseo es que el pueblo de Dios puede entender y poner en práctica la palabra de
Dios. Los que tienen este don les encanta estudiar teología e interpretación Bíblica.
a.
Ejemplos:
Samuel Escobar (Escritor y teólogo Peruano), Ernesto Padilla (Teólogo
Argentino).
Evangelista.
El o la evangelista es la persona que es fácilmente hablo con amigos, vecinos,
compañeros de trabajo y familiares acerca de Cristo. Casi sin intentarlo,
hablan de su relación con Dios y de lo que él ha hecho en su vida. Son las
personas que son buenos para invitar a sus amigos a la iglesia y hacerlo sentir
en casa. Su preocupación primaria es para los que están fuera de la iglesia y
no conocen a Cristo.
a.
Ejemplos:
Luis Palau, Billy Graham.
Apóstol.
La persona que tiene el don de apóstol anhela como san pablo “donde nunca antes
se había oído hablar de Cristo para no
construir sobre bases puestos por otros”
(Romanos 15:20). Los que tienen este don tienen dos pasiones: unidad y
misión. Ellos entienden que la misión de Dios resulta de la unidad de todos los
miembros del cuerpo de Cristo. Siempre están mirando hacia el futuro y nuevas
posibilidades y sueños. Les encanta desarrollar los dones de los demás y formar
nuevos líderes en la iglesia. Este don es esencial para que una congregación
desarrolle un ambiente misionero, crezca y se multiplique.
a.
Ejemplos:
Apóstol San Pablo, John Wesley (Fundador de la Iglesia Metodista), Ignacio de
Loyola (Fundador de los Jesuitas), Heidi Baker (Misionera en Mozambique, África.
Ha ayudado en la plantación de más de 1,000 iglesias).
Los dones
especialmente importantes para la expansión y plantación de iglesias son los
dones de apóstol y evangelista. Los dones especialmente importantes para el
crecimiento en madurez de la iglesia son los de pastor, maestro y profeta.
Como hemos dicho
es posible que personas con ciertos cargos no tengan los dones necesarios para
ese cargo o puesto. Es esencial, para la salud de la iglesia, que lideres
tengan los dones necesarios para el cargo que ejercen. En el contexto de
plantación de iglesias de Greenhouse y Caminemos Juntos normalmente los que
tienen el don de pastor se les da el cargo de “ministro laico.” El que tiene el
don de evangelismo “evangelista laico.” El que tiene el don de apóstol,
normalmente también comienza como ministro laico en una congregación específica
pero rápidamente se ve (a través del fruto de la multiplicación de congregaciones)
que su llamado abarca más que una sola congregación sino toda una región o
área. A esta persona se le da el puesto de “líder regional.” Los que tienen el
don de maestro pueden ser predicadores o maestros laicos. Siempre se reconoce
el don por su fruto y es importante recordar que cualquier titulo o cargo se da
después de ver fruto y ministerio maduro-- no antes como si un titulo fuera un
requisito necesario para ministrar o servir en la iglesia. La ordenación
también se discierne principalmente a través del fruto de trabajo y ministerio
ya realizado, no como un requisito para poder servir en la iglesia o como un premio
ganado por cierta cantidad de estudios. Esto evita muchos problemas.
¿Cómo puedes
descubrir tu don? Los dones de descubren en el contexto de servir dentro de una
congregación.
Algunas ideas:
- 1) Intenta servir en diferentes áreas o ministerios de la iglesia donde quizás no has servido antes (ministerio de niños, coro, bienvenida, etc).
- 2) Habla con tu sacerdote o pastor y pregúntale que dones esa persona ve en ti. El que tiene el don de apóstol especialmente puede ayudarte en reconocer tus dones y de ayudarte a empezar a utilizarlos para el bien de la Iglesia.
- 3) Pon esto en oración pidiéndole a el que te ayude a descubrir tu don de liderazgo.
PP. Jonathan Kindberg
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